Muy estimados colegas,
Reciban un afectuoso saludo del Consejo Directivo de la ARSEE 2019-2021, que me honro en presidir, deseando a quienes nos acompañaron la semana pasada en nuestro 12º Congreso de Administración Escolar en Cancún, Q.R., que hayan tenido un buen regreso a casa y a sus labores.
Como les decía durante la clausura de nuestro congreso, apenas el pasado viernes, la situación de nuestro país y, específicamente de la educación, “no es que ‘va a demandar’ sino que ‘ya demanda’ de nuestro involucramiento, de nuestro análisis y, más importante, de nuestra aportación…”. Hacía énfasis en la importancia de participar, como verbo en infinitivo, que implica acción, y me comprometía a que “habrá siempre espacio para quien quiera aportar su talento, experiencia y conocimientos en beneficio ya no únicamente de todos los asociados, sino incluso de nuestro país”.
En respuesta a dicho compromiso, iniciamos a partir de hoy con este espacio semanal de opinión, de temas relacionados con nuestra actividad en Servicios Escolares y Estudiantiles, que cualquier asociado a la ARSEE quiera compartir con nuestra comunidad, que nos invite a la reflexión, a la transformación positiva, a la acción, y que al paso de las semanas conforme la agenda de nuestra asociación frente a los cambios nacionales e internacionales a los que asistimos todos los días.
Los invito entonces nuevamente a participar, a involucrarse y a tomar la acción enviando sus opiniones a manera de “Editorial”, en un máximo de 500 palabras, a nombre personal y no de sus instituciones, a la dirección de correo electrónico secejecutiva@arsee.org.mx. Cada semana, los días lunes, publicaremos una editorial. Si su aportación no se publicara en la semana que la envíen, no se desanimen, podría serlo posteriormente. Pueden enviar tantas opiniones editoriales como deseos de aportar y compartir tengan, recordando siempre que es con el ánimo de invitar a la reflexión y de construir.
Y me permito inaugurar este espacio con una reflexión, precisamente respecto a la participación y a la libre y responsable expresión de las ideas. Dice un proverbio chino que “quien no demuestra lo que siente, pierde lo que quiere”. Yo agrego “quien no demuestra lo que siente o piensa…”.
Ante ese riesgo nos encontramos, en cualquier ámbito de la vida, si no dejamos de observar y empezamos a actuar. En buena medida algunas de las peores situaciones que se han suscitado en México y en el mundo a lo largo de la historia, se deben a que la mayoría se limitó a observar en lugar de actuar; a callar en lugar de hablar y de expresar su opinión y su punto de vista. Sin duda esto último es más fácil y más cómodo, pero, ¿es legítimo? ¿Lo es cuando ante nuestros ojos están sucediendo cosas que sabemos que están mal, que afectan negativamente a una o a muchas personas, que podemos o debemos cambiar, o por lo menos levantar la voz y hacernos escuchar?
Asistimos como comunidad a un momento histórico en el ámbito de la educación en México; tenemos ya una reforma constitucional en materia educativa y una nueva ley, que vimos pasar como espectadores. Que no sea así para lo que está por venir.
Francisco Maldonado Altieri
Presidente del Consejo Directivo