Iniciando el año nos confronta la tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes en Torreón, Coahuila. Una vez más una comunidad educativa es testigo y víctima del sistema social que hemos construido; un sistema que de cuando en cuando, como las enfermedades autoinmunes, se ataca a sí mismo y es hasta ese momento cuando el resto del sistema se percata de que algo no está bien y, como sucede también con muchas enfermedades, se buscará la medicina para combatir sus efectos, dejando de lado las causas… hasta que vuelva a ocurrir.

Como miembros de una comunidad educativa en nuestras instituciones, comprometidas con la formación, el desarrollo y el éxito de nuestros estudiantes, no podemos ni debemos quedar ajenos a lo ocurrido en el Colegio Cervantes y en tantos otros alrededor de México y el mundo. Hay algo que estamos haciendo mal en las familias, en las instituciones educativas y en la sociedad en general, que provoca estas situaciones. Hay algo que estamos haciendo mal que provoca que niños y adolescentes tomen estas decisiones, de las que es posible que ni siquiera hayan sido conscientes; hay algo que estamos haciendo mal para que nadie en su entorno se percate de que un niño o un adolescente se comporta de manera diferente; hay algo que estamos haciendo mal para que un niño o un adolescente tenga acceso a armas, y para que las use a sangre fría, incluso contra sí mismo. Sin duda hay algo, o mucho, que estamos haciendo mal o estamos dejando de hacer.

Se requiere un análisis serio y profundo de las causas que provocan estas situaciones, para poder diseñar estrategias para combatir este mal desde la raíz. Si no lo hacemos como sociedad, como civilización, si no actuamos cada uno desde nuestra trinchera, tarde o temprano, el sistema social que hemos creado acabará por auto destruirse.

Francisco Maldonado Altieri